La ley anti-inmigración o “sus papeles por favor” de Arizona es terrible. Típicamente en un momento así me refugio en ser de California, pero allí aprobamos una ley, en forma de una proposición votado directamente por los ciudadanos, igualmente terrible en 1994 que prohibió los inmigrantes ilegales de servicios sociales, sanidad y educación. Luego fue anulado por el Corte Federal. Tuve la oportunidad de votar orgullosamente en contra de la medida pero curiosamente, entre los que los que votaron a favor, un gran porcentaje contaron a los encuestadores a salir de las urnas que habían votado en contra.

Lo más terrible de la ley de Arizona es que abra la puerta a racial profiling o sea discriminación por sospechar alguien basado en el color de su piel o su acento o idioma que habla. Claro que es menos trabajo para la policía pedir identificación de la gente de apariencia diferente en la búsqueda de inmigrantes ilegales y entonces convertir la vida de las personas de razas determinadas—aunque sea ciudadano o residente legal—en un infierno de controles y humillación.

El concepto de racial profiling es bastante conocido en EEUU y ha sido tema de debate durante años pero también la inmigración forma parte de nuestro pais desde sus principios. Aquí en España la inmigración es relativamente reciente y entonces, el concepto de racial profiling ha sido bastante arcano.

Racial profiling existe en España y el caso de Rosalind Williams lo muestra. En diciembre de 1992 en la estación de trenes en Valladolid un policía de paisano le pidió la documentación porque tenía “instrucciones de identificar a gente como ella." Fue un largo camino hacia una respuesta desde entonces: diecisiete años de lucha y pasos por la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional sin éxito hasta que por fin lo llevaron al Comité de Derechos Humanos de la ONU donde le dio la razón el Agosto pasado con un dictamen no vinculante pero bien claro: la policía no puede tratar a alguien de modo distinto por el color de su piel y la raza no debe ser usada como indicación de una posible situación ilegal en los controles de identidad. La respuesta del gobierno Español ha sido lenta e incompleta a las tres recomendaciones del comité de una expresión pública de disculpas, una indemnización y un cambio de la ley. Hasta ahora Williams ha recibido una disculpa en una reunión privada y otra por carta.

Mañana la Fundación Ideas celebrará el acto “La igualdad de trato en España: hechos, garantías y perspectivas” donde hablaran de unas recomendaciones que la fundacion ha elaborado relacionadas con el racial profiling. David Giménez Gluck, Director de Relaciones Institucionales de la fundacion me ha confirmado: “La Fundación Ideas opina que la reciente decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU en el caso Williams es una muy buena oportunidad para que el Estado español prohíba expresamente en su legislación la utilización del criterio racial por parte de la policía española, dejando claro con ello que la actuación de la policía española del siglo XXI no tiene nada que ver con la actuación reprobada en este caso, que data de 1992.”

La ley de Arizona y el caso de Williams se trata igualmente de  racial profiling pero hay una diferencia importante: por un lado, en EEUU hay indignación por parte del pueblo Americano y ciudadanos boicoteando y manifestando en contra de la ley, la prensa americana no ha dejado de hablar del tema y en España también han dedicado muchas líneas y minutos a esta noticia. Por otro lado, Williams, pasó 17 años buscando justicia y cuando por fin la conseguía apenas fue noticia. ¿Por qué hay tanta indignación en España por la ley de Arizona pero no con el caso de Williams? 

Curiosamente, 1992 es el mismo año de los disturbios en Los Angeles después de la del juicio de las policías que golpeaban tan brutalmente Rodney King en el video legendario de 1991. Viví esos días con miedo de estar en la calle, el olor de humo y mucha tristeza por mi ciudad en crisis. Se trataba de una discriminación sistemática de la policía, de sospechar y tener miedo de la gente de raza negra y entonces ser rápido en el uso de violencia con ellos. Se trataba de racial profiling. Es sensato aprender de los demás en vez de juzgarles y preocuparse de efectuar cambio en casa. Me temo que en California hay muchos errores pero igualmente hay lecciones positivas como la sencillez de un Rodney King temblando y suplicándose al pueblo de Los Ángeles “¿No podemos simplemente llevarnos bien?”

Nadie le gusta reconocer su propio racismo y es mucho más fácil y agradable señalar con el dedo a otra persona pais luchando con el desafío y llamarles racistas. Sin duda, España es una sociedad marcada por tolerancia. Creo que eso es un camino bueno hacia igualdad pero para llegar allí habrá falta mucha mas dialogo y sobre todo reconocer que existe la discriminación. Hace falta mas dialogo social sobre que significa racial profiling aquí en España y menos preocupación con EEUU. Espero nada menos de este pais tan encantador y nada menos de un gobierno del partido político con el valor central de igualdad.