La lucha de la semana pasado sobre el presupuesto de 2011 (si, 2011) ha sido nada más que un calentamiento para algo mucho más grande y con consecuencias más profundas: el presupuesto de 2012.
El Presidente Obama prefiere dar congreso grandes líneas y dejarles elaborar y presentarle una propuesta de la ley, algo que no ha resultado bien para las Demócratas en la negociación de la reforma sanitaria. En este caso, ya tenemos una propuesta muy ideológica del Representante Paul Ryan (R-WI). Lo que destaca en esta propuesta es la privatización de Medicare, el programa que proporciona servicios sanitarios a los jubilados. Por un lado, esta propuesta parece suicidio político: cuando el Presidente George W. Bush intentaba privatizar las pensiones de la seguridad social tenia una resistencia tremenda del país y sobre todo los mayores. Y fueron los mismos Republicanos, durante el debate sobre la reforma sanitaria, declarando su intención de proteger Medicare a toda coste.
Pues, ahora no. Y como Obama nos ha mostrado su disponibilidad de ceder mucho a los Republicanos para llegar al centro, los progresistas del Partido Demócrata están movilizando. Rep. Peter DeFazio (D-Ore.) ha dicho que Obama deberia empezar a actuar como un Demócrata. El Congressional Progressive Caucus ha elaborado una propuesta del presupuesto alternativa y MoveOn.org ha organizado, con un video de Moby, una huelga de hambre en protesta de los niños que se quedaran hambre a través de estas medidas.
Personalmente, estoy nerviosa sobre el discurso que va a dar Obama dentro de media hora. Quiero que luche por los valores del partido Demócrata no por ganar un segundo mandato.