El caucus de Iowa, la primera votación de las elecciones primarias para elegir al candidato en el país, fue -utilizando un lenguaje propio de Trump- un auténtico desastre. Ahora bien, esta no es más que la punta del iceberg del caótico, imperfecto y, francamente, absurdo sistema de escoger a los candidatos presidenciales en Estados Unidos y que, en su forma actual, se remonta a 1972. El sistema de primarias no está incluido en la Constitución —de hecho, sus artífices ni siquiera creían en los partidos políticos—, sino que se ha desarrollado de forma aleatoria en los órganos nacionales y estatales de los partidos y es una anomalía en comparación con otras democracias del mundo. Sin embargo, no está nada claro que el fiasco de Iowa vaya a ser suficiente para generar cambios en el sistema de elección del llamado “líder del mundo libre”. (leer articulo en esglobal / read English version)