Se nota mucho este distanciamiento en la política española: las campañas políticas españolas favorecen debates estériles que parecen más un examen académico que una celebración de la democracia. A los mítines sólo asisten los militantes y los discursos se dirigen a convencer a los ya convencidos. Lo que han aprendido los políticos y asesores de los dos campañas magníficas de Obama es el uso de los redes sociales, pero en vez de usarlos para acercar a los ciudadanos a la política, se usan en general para comunicación unidireccional. (leer articulo)