"En el Partido Demócrata estadounidense está en marcha un debate sobre si convendría que el vicepresidente, Mike Pence, se convierta en presidente (después de que Donald Trump deje el puesto mediante un proceso de destitución o mediante su dimisión) o es mejor aguantar con Trump hasta 2020. Algunos dicen que Pence es más peligroso porque es un republicano tradicional que fue congresista y, por consiguiente, tiene las conexiones y la experiencia necesarias para lograr que se aprueben leyes, algo de lo que Trump no ha sido capaz. Es decir, que una Casa Blanca presidida por Pence, sin el lastre del melodrama y la volubilidad del actual presidente, podría seguramente aliarse con el Partido Republicano para revocar el Obamacare y aprobar unas drásticas reformas fiscales, de forma que dejaría una profunda huella en la política nacional." (leer en EsGlobal)