Parece que no puede pasar un solo día sin algún gesto, declaración o tuit de Trump que avergüence a una mayoría de estadounidenses. Sin insistir en los 2,7 millones de votos que quedó por debajo de Hillary Clinton, sí vale la pena observar que su tasa de apoyo ha caído ya por debajo del 40%. Aun así, es nuestro presidente y debería ser nuestro problema y no del mundo. (leer artículo en El Español)