Parece que vamos a ver un shutdown del gobierno federal Americano. Básicamente, los Republicanos quieren una confrontación no un compromiso ni una victoria. Eso es evidente en el hecho de que vayan haciendo sus demandas por cortes en el presupuesto mas profundos cada vez Obama y los Demócratas intentan acercar a sus demandas buscando un compromiso. Los cortes a los programas sociales son cada vez más enfocados en temas como Planned Parenthood (clinicas de salud reproductivas) y la Comision de Protecion del Medioambiente, algo muy amargo para los Democratas dado que han tenido que tragar la extensión a los recortes de impuestos para los más ricos el Diciembre pasado. Igual esta claro en la propuesta del Representante Republicano Paul Ryan que propone privatizar Medicare, el programa sanitario para mayores de 65 años y precisamente el programa que defendieron durante los negociaciones de la reforma sanitaria. Ni los Demócratas Blue Dog (los más conservadores) pueden acercar a estas propuestas.
Entonces, los Republicanos están mostrando que no quieren negociar nada sino pelear. Bienvenido al show político Americano.
Un factor clave aquí es el Tea Party y su oposición libertaria al concepto de gobierno en general. Para ellos, lo mejor que puede pasar es cerrar el gobierno. Aunque en EE.UU. tenemos una tradición de favorecer un gobierno más pequeño, el discurso anti-gobierno del Tea Party y el partido Republicano siempre ha sido muy populista y es cada vez mas extremo. Es muy fácil, sobre todo en tiempos duros económicos, demonizar el gobierno. El soundbite de Reagan “government is the problem” es suficiente para emocionar la derecha y hacen falta más palabras para defender un gobierno que puede solucionar algunos problemas de sociedad. Y no es solamente la derecha americana que lleva este argumente anti-gobierno, es un discurso muy extendido por mucho de los partidos conservadores en el mundo.
Aunque el discurso anti-gobierno suele tener éxito, el cierre del gobierno no. Según a Ezra Klein, unos científicos políticos han analizados 170 presupuestas atrasados o cierres de gobierno en los estados entre 1988 y 2006 y en un gobierno dividido, normalmente el gobernador sale bien y los legisladores de los dos partidos salen mal. Después del último cierre del gobierno federal en 1995, los votantes castigaron los Republicanos en la elección de 1996.
Controlar la Camera de Representantes ha dad los Republicanos una buena oportunidad de mostrar el país la cara buena y centrista del partido y que ya no es el partido espantoso de Bush. Pero, el Tea Party les está llevando a nuevas niveles de ultraderechismo que va a ser difícil vender a los independientes en 2012 y aun mas difícil sin un candidato fuerte.