Los estadounidenses revivieron la campaña de 2008 el pasado mes de agosto, cuando Hillary Clinton empezó a criticar la política exterior del presidente Barack Obama, con la consiguiente polémica en la prensa y las redes sociales sobre la vieja rivalidad que, en teoría, se había convertido en estrecha relación de trabajo. En una entrevista en The Atlantic, Clinton se mostró muy dura al hablar de la famosa frase que había dicho Obama, “No hagamos estupideces.” Clinton apostilló: “Las grandes naciones necesitan unos principios organizativos, y ‘No hagamos estupideces’ no es un principio organizativo”. (leer)