Hay mucha celebración del Presidente Ronald Reagan hoy porque habría cumplido 100 años. En 1996 tuve la oportunidad de conocerle. Trabajaba en “the American Heart Association” y una amiga de mi jefa trabajaba por él y entonces, me ofreció una cita de ir y conocer el presidente en su oficina muy cerca del nuestro en Century City, un barrio en el centro de Los Angeles. Pues, nunca fue exactamente un fan de Reagan, pero es un símbolo de mi juventud de los 80, héroe de mi padre Republicano y ¿Cuántas veces en la vida tienes la oportunidad de conocer un presidente del EE.UU.?
Fui con ganas de mirarle los ojos y ver alguna señal de reconocimiento de sus errores (errores muy Republicanos!)…pero la verdad es que observé unos ojos vacíos de un ser humano sufriendo de la enfermedad Alzheimer. Mi compañera de trabajo que había sido un activista Republicana muy efusiva y mientras ella le contaba todos los detalles de su afiliación, el presidente, en su manera tan “Reaganesque”, con luz en sus ojos y una sonrisa, pregunto “Republicano?” ¡Nunca lo olvidaré!
No creo que me dará cuenta en el momento el impacto de esta reunión. Parece ridículo tener decirlo, pero los políticos—a pesar de nuestros desacuerdos que tenemos con ellos—son seres humanos. La democracia requiere mucha discusión y mucha lucha por nuestras ideas y valores, pero hay que recordar que somos todos seres humanos y por eso todos débiles. Odiar alguien que no conoces por sus ideas no es lógico y representa energía malgastada. Con un poco de empatía podemos llegar a más acuerdos pragmáticos por el bien de todos. La empatía es un buen sentimiento de cultivar si quieres seguir o participar en la política de una forma más inteligente y humano. Mira los ojos de tu oponente y primero ver su humanidad.
¡Viva el espíritu de Tucson! Interesante, como siempre tu blog.
¡Viva el espíritu de Tucson! Interesante, como siempre tu blog.
Gracias Antonio! Acabo de leer el ultimo columna de Nicholas Kristof desde Cairo y vuelve al mismo espiritu:
«I think of Hamdi, a businessman who looked pained when I asked whether Egyptian democracy might lead to oppression or to upheavals with Israel or the price of oil. “The Middle East is not only for oil,” he reminded me. “We are human beings, exactly like you people.”
“We don’t hate the American people,” he added. “They are pioneers. We want to be like them. Is that a crime?”
http://www.nytimes.com/2011/02/06/opinion/06kristof.html
Gracias Antonio! Acabo de leer el ultimo columna de Nicholas Kristof desde Cairo y vuelve al mismo espiritu:
«I think of Hamdi, a businessman who looked pained when I asked whether Egyptian democracy might lead to oppression or to upheavals with Israel or the price of oil. “The Middle East is not only for oil,” he reminded me. “We are human beings, exactly like you people.”
“We don’t hate the American people,” he added. “They are pioneers. We want to be like them. Is that a crime?”
http://www.nytimes.com/2011/02/06/opinion/06kristof.html
Muy bueno señorita Alana. Como dice Antonio, esto es puro espíritu de Tucson.
Hay que sacar lo bueno que hay en todos nosotros, para llegar a un fin claro: El acuerdo, que sea y fuere.
Muy bueno señorita Alana. Como dice Antonio, esto es puro espíritu de Tucson.
Hay que sacar lo bueno que hay en todos nosotros, para llegar a un fin claro: El acuerdo, que sea y fuere.