Tal vez los republicanos estarán dispuestos a sentarse a la mesa de negociación para que no se les pueda llamar 'el partido de no' o 'el Congreso de no hacer nada'. Pero la negociación bipartidista representa un peligro para los dos partidos que tienen que mostrar a sus votantes que están luchando por sus prioridades. Más obstruccionismo y menos productividad podría ser el camino más seguro para los republicanos hacia 2016. (leer articulo)