Quien gana y pierda en las primarias
“Pero los primarias en España no son primarias” me regaño uno de los hombres mayores que típicamente dominen las tertulias en TV Intereconomia que frecuento últimamente. Soy, la única mujer (menos la presentadora Noelia Atance) y en la pausa de publicidad me echo un vistazo a twitter mientras charlan entre ellos llamando a Carme Chacón (la noticia de la tarde del 26 de Mayo) “la niña”. Si la Ministra de Defensa es “una niña” puedo imaginar que opinen de mi presencia e insistencia que una primaria podría ser beneficiosa para el PSOE por la oportunidad que presenta para volver a conectar con su base.
Tampoco soy la idealista que parezco al lado de los hombres mayores y esta evidente en una serie de posts que escribí el verano pasado sobre las primarias donde intenté relatar las realidades de las primarias y de hecho, presente una visión bastante negativa frente mucho idealismo que percibí en la prensa. Nunca llegue al post final donde quería escribir sobre “Que gana y quien pierde en las primarias”.
Ahora es el momento.
Primero, quiero explicar que el sistema de primarias tal y como lo tenemos hoy en día es relativamente nuevo, no establecido en nuestra constitución y en los manos de los partidos políticos. Antes de 1820, miembros de Congreso eligieron los candidatos y desde 1932 una convención nacional fue el mecanismo de eligir candidatos, un proceso dominado por los jefes de los partidos. En 1901 Florida y 1910 Oregon convocaron primarias para establecer la preferencia de los cuídanos y obligar a los delegados a la convención nacional apoyar este preferencia. Entre 1912 y 1968 la mayoría de las primarias eran ejercicios políticos simbólicos y no vinculantes y entre 12 y unos 30 estados los convocaban hasta la famosa y violenta convención Democrática de 1968. Hubert Humphrey gano la nominación a pesar de las victorias en las primarias del candidato anti-guerra de Vietnam Eugene McCarthy. El resultado fue una comisión del partido Demócrata que decidió establecer nuevas reglas para asegurar más participación y posteriormente, los estados adoptaron sus recomendaciones para los dos partidos.
Entonces, el sistema de primarias en EE.UU. es como mucho un cuarentañero y unos años mayor que la democracia Española y es muy lejos de la perfección. Hay leyes distintos en cada estado: algunos convocan primarias, otros los “caucus” que son complicados y requieren la presencia física para participar; unas primarias requieren que votantes registran antes para el partido que quieren votar y otros lo tienen abiertos; y finalmente, el orden de las primarias da los votantes en los estados que van primaros mucho mas poder para influir el resto del país. Por ejemplo, en mi estado, California—el mas poblado del país—tiene tradicionalmente tiene elecciones en Junio, una fecha en que ya la nominación ya está decidida normalmente y entonces, mi vota cuenta para nada. En 2008, California convoco su primaria en el Super-Tuesday de 5 de Febrero y asíque tuvimos más peso. Otro elemento menos democrática en las primarias Americanas es el uso de “super-delegados”—lideres del partido que pueden votar como quieren en contraste a los delegados que votan según al resultado de la primaria en su estado. Esos “super-delegados” estaban en una posición de dar la nominación en 2008 a Hilary Clinton a pesar de una victoria popular de Barack Obama.
El objetivo detrás de las primarias fue desplazar el poder corrupto de los barones de los partidos hacia los ciudadanos y a pesar de las dudas sobre el sistema, ha sido un éxito: efectivamente, los partidos políticos Americanos tienen menos poder que antes y se puede argumentar que Barack Obama nunca hubiera llegado a la presidencia sin fuera una sistema de “dedazo” en vez de una primaria. Los detractores de las primarias noten los costes económicos, el desgaste de los candidatos, la tendencia de hacer una “show” para la prensa y la falta de conocimiento adecuado entre los ciudadanos para poder elegir el mejor candidato. Otros opinen que el proceso de las primarias asegura que elegimos el mejor candidato posible. Desde mi punto de vista de un ex-lider de un partido político, es un paso crítico en implicar a los simpatizantes del partido en el proceso hacia la elección general porque sin los votantes, no ganamos.
Este post es la última de una serie sobre las primarias:
1. Primaria presidencial del partido Demócrata de 2008
2. Sistemas de gobiernos y sus sistemas electorales
3. El papel de los partidos políticos en las primarias
4. Primarias, participación y la prensa
5. Quien gana y pierda en las primarias