Es difícil imaginar mayores expectativas depositadas en una persona, y aún menos en un político. Cuando Barack Obama ganó el caucus de Iowa en 2008, se convirtió en un símbolo de la esperanza y el cambio no solo en Estados Unidos, sino por todo el mundo. Sin importar cuál sea el idioma de un país: “Ye we can” se ha convertido en un grito universal de lucha. (leer articulo)