Vi la casa blanca de cerca por primera vez en mi vida hace menos de 24 horas y mientras todavía tengo dólares en la cartera y sueño, quiero apuntar unas reflexiones sobre la presidencia nueva de Obama. Hace semanas nos han dicho a Democrats Abroad que el mensaje desde la Casa Blanca era de no dar mucha importancia a los primeros 100 días porque tenemos problemas demasiado grandes de solucionar tan rápidamente. Además, hemos perdido el tiempo tradicional de respecto y silencio de la oposición, especialmente el antiguo administración cuando el antiguo Vicepresident Dick Cheney crítico Obama diciendo que EEUU es menos seguro ahora que antes.

Entonces, los 100 días es un número arbitrario sin mucho más sentido que algo simbólico. No es una sorpresa que Obama ha tenido un principio magnifico. El hecho de que cambio del partido Republicano al Demócrata el Senator Arlen Spector (con sus 79 años!) ayer, nos dice mucho sobre el cambio del ambiente en Washington.

Cambio fue el verdadero mensaje central de la campaña (“yes we can” es un grito animador) y el cambio que pedimos era un cambio del ambiente y a la forma de hacer negocios en Washington. Otro mensaje central de la campaña fue que estuvo centrado en todos nosotros, los ciudadanos—que fue NUESTRO campaña. Y como la campaña ha sido una experiencia de participar, aprender y crecer, también los primeros 100 días me han enseñado mucho sobre mi misma como una ciudadana y activista Americana.

1. En tiempos duros tengo aun más necesidad de tener un líder fuerte en la Casa Blanca. Una de las cosas que me acuerdo muy claramente del 11 de Septiembre fue la necesidad tremenda de escuchar la voz de mi presidente. Da igual que era Republicano, es el presidente de todos y en aquel momento en que estuvimos unidos en dolor estuvimos todos simplemente Americanos. Fue una decepción terrible su discurso y el verdadero principio de sentir la falta de liderazgo total de mi pais. Por eso, aprecio muchísimo la confianza me da Obama por su calma, inteligencia y, sobre todo por elegir un equipo excelente que me hace sentir que mi pais esta en buenos manos.
2. Me importa ser orgulloso de mi presidente y que el esta respectado por el mundo. Fue un placer viajar durante los años de Clinton porque fue un presidente respectado por el mundo, pero con Bush se convertía en una pesadilla. Es muy triste tener que justificarse cada vez que confirmas su nacionalidad. Y ser americano no es como cualquier otra pais. Todo el mundo tiene opiniones fuertes y la idea de que se conoce muy bien el pais a través de la prensa y películas.
3. Hay algo que me tranquiliza mucho en un líder que manda con sentido común. Cuando los Republicanos empezaron la critica Obama por hacer demasiado a la misma vez, Obama les comento que es capaz de andar y comer chicle al mismo vez. Es capaz de explicar su política de una forma sencilla y cercana a la gente. Eso me ha hecho entender que me importa entender el porque de todo y aprenderlo de él mismo o su administración. Cuando Obama explica algo casi siempre me da la sensación de que llegaría yo a la misma conclusión.
4. Sigo muy indignado con Bush por todo, pero específicamente por su guerra de ideología. Me di cuenta cuando un amigo me comentó que la crisis indica una victoria por la ideología de los progresistas y la derrota de lo de la derecha y me puso muy enfada, tanto que me sorprendió. Pensándolo mas me di cuenta que era en reacción de este énfasis que tenia Bush en su ideología en vez de en una politica de soluciones que funcionaban. Creo que en muchos paises podríamos beneficiar de partidos políticos y gobiernos menos preocupados por ideología y más por solucionar problemas de forma pragmática y basada en valores.
5. Quiero y necesito participar en la democracia de mi pais y el mundo. Quiero poder cuestionar y discutir los asuntos online, en mi comunidad o viajando a Washington DC. Los políticos trabajan por nosotros y hace falta ser exigente con ellos. Eso es democracia. Es nuestro privilegia y también nuestra responsabilidad.