Excelente articulo hoy de Moisés Naím en El Pais, juntando a la crítica a los medios por su obsesión con los medios sociales como al catalizador de las revoluciones en el mundo árabe. De su argumento muy bien estructurado (soy Americana en mis gustos de lectura), hay unas frases clave:
“Claro que, una vez que surge un grupo de líderes coordinados por Internet y que logra movilizar a un número mayor de seguidores, muchos otros que comparten sus exigencias y deseos de cambio se les unen, habiéndose enterado a través de canales distintos a Internet. Aquí, la frase más importante es "que comparten sus exigencias y deseos de cambio". Es esta frustración generalizada, producto de décadas de malas políticas económicas, combinadas con vasta corrupción, creciente desigualdad y una amplia desesperanza, lo que crea la motivación para tomar las plazas.”
Volvemos al enfado como el verdadero catalizador de acción política. Claro que Twitter, Facebook, e-mail, nos dejar comunicar de forma más rápida y con más gente que nunca, por eso estos movimientos van, pues, rápido. Pero es el enfado o mejor, la indagación que nos hace levantar de nuestras sillas en frente de las pantallas y salir a la calle a gritar.
Esta perogrullada es internacional: durante los últimos 2 años desde la elección del Presidente Barack Obama hemos visto muy poco activismo de parte de las progresistas en EE.UU. Han sido mucho mas notable las manifestaciones del Tea Party y nos preguntamos, ¿Por qué los Demócratas no han salido a la calle a defender esta ley? Es porque no funciona así: el activismo, o seas grassroots activismo, es el producto de un grupo de personas que comparten intereses que están amenazados de alguna forma. El gobernador de Wisconsin y su amigo que es el nuevo líder nacional del Partido Republicano han hecho un favor al Partido Demócrata en su intento de quitar los derechos de negocio colectivo de los sindicatos de funcionarios porque eso ha sido la alarma necesaria para despertar no solo los Demócratas en Wisconsin sino todo el país.
Podemos organizar cada vez más rápidamente porque tenemos una forma fácil de llegar a mucha gente con intereses en común a través de las redes sociales. Pero no es nada nuevo que la chispa de indignación es lo que nos mueve.