En 1975 se produjo un momento importante, cuando Lin Farley acuñó el término acoso sexual para describir lo que las mujeres sufrían a manos de tantos hombres compañeros de trabajo. En aquel tiempo, yo tenía siete años y no sabía nada de feminismo, pero correteaba vestida con una camiseta que decía “Women’s lib”. Para mí, aquello era una obviedad, y el futuro me ofrecía las mismas posibilidades que a cualquier chico. (leer artículo en El País)