Hay una relación de amor y odio entre los americanos y europeos pero cuando somos capaces de dejar de lanzar insultos estereotípicos de un lado al otro del charco, somos capaces de hacer unas comparaciones y apreciar y aprender entre nosotros. Ayer en su encuentro town hall en Estrasburgo, Presidente Obama expreso su envidia de Europa por los sistemas de salud publico que existen, los trenes y las campañas cortos y personalmente me hacia ilusión oírlos porque coincido con cada uno.
Contestando la primero pregunto el presidente dijo “en mi propio pais, lo que yo pienso es muy importante es que por fin tenemos un sistema de salud fiable y rentable. Eso es algo que – (aplauso) – sabes, eso es un red de seguridad social que existe en casi todo Europa y no existe en los Estados
Unidos.” Viviendo aquí, yo uso y admiro mucho el sistema de salud público español. Quiero nada menos que el mismo para mi familia y amigos en EEUU. Además, soy una de muchos americanos viviendo en países con buen salud público que quiere eso. De hecho, Democrats Abroad en Japón ha empezado un blog donde podemos nuestras experiencias positivas con nuestras compatriotas con el fin de luchar contra las mentiras de la derecha en contra de tales sistemas.
Mientras hablaba de sus retos de política de energía comento: “una cosa que, como un Americano que es tan orgulloso como cualquiera de mi pais, siempre envidio los trenes Europeos. Y me dijo, porque no podemos tener – (aplauso) – porque no podemos tener trenes de alta velocidad?” Tiene todo la razón. Últimamente paso mucho tiempo en el AVE entre Madrid y Barcelona y es una maravilla. Cuando lo menciono a familia y amigos en California tiene tanta envidia porque San Francisco y Los Ángeles es más o menos la misma distancia y llevamos años hablando de construirlo sin llevarlo al cabo. Los aviones salen cada 30 minutos entre SF y LA y yo soy capaz de conducir el trayecto con los ojos cerrados.
Luego dijo “además de tener envidia de los trenes buenos y de alta velocidad aquí, también envidio el hecho de que aquí las campañas solamente duran unas meses mientras en EEUU estuvimos haciendo campaña durante dos años.” Es difícil explicar la envidio que sufrí el año pasado que ya llevaba un año y pico liderando la campaña de Democrats Abroad aquí cuando empezó la campaña electoral español y aun me quedaba ocho meses después. Dos años es demasiado tiempo y desgasto económico y personal tanto para los políticos como los activistas y voluntarios.
Tenemos mucho de aprender entre EEUU y Europa y mas sinceridad sobre lo que envidiamos uno al otro podría ser un buen principio de una conversación sustantivo.