Una cosa que casi todos lo Americanos que vivimos en España tenemos en común es que nos cuesta trabajar dentro de empresas Españoles. Nos cuesta el ambiente donde se valora muy poco las ideas y el trabajo bien hecho y por eso y los sueldos tan bajos, solemos creer nuestros propios empresas para poder vivir aquí.

El articulo “Esto no es Silicon Valley” en El Pais hoy que ha tenido tanto repercusión en Twitter es buen análisis y me ha hecho recordar otro clave sobre Silicon Valley en Foreign Policy hace años que explicaba las condiciones que han hecho posible tanto espíritu empresarial y éxito en mi pueblo tan famoso. También me ha provocado la necesidad de vocalizar las diferencias en la cultura de trabajo que hay entre el EE.UU. y España.

Para que se queda claro que no estoy criticando España sino comentando sobre lo bien y lo mal de los dos países, quiero empezar explicando porque he venido a España. En los finales de los 90 trabajaba en The American Heart Association, como directora regional—una trabajo que me encantaba pero también fue muy intenso y estresante: tenia la responsabilidad de recaudar unos $220,000 por año a través de actividades pequeñas y locales o sea grassroots. En Noviembre de 1997, acabe en el hospital con palpitaciones de corazón por la presión del trabajo. Decidí entonces que tenia que hacer un cambio o por lo menos un descanso. Parece un poco dramático por los 29 años que tenia entonces, pero hay que recordar que empezamos a trabajar en EEUU muy pronto, yo con 16 anos y no había dejado de trabajar ni durante mis años estudiando en la UCLA y entonces llevaba ya 13 años casi sin parar.

Ocho meses después de la incidencia en el hospital, salí para España sin muchos planes aparte de estudiar Castellano en Nerja y viajar hasta que me hartaba. Uno de las primeras frases hechas que aprendí fue “Trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar,” algo que resonaba en mis oídos Americanos. Si tengo que identificar una característica Española seria la vida intensamente social donde todo el mundo tiene un momento para tomar un café tranquilamente sin tener que llevarlo mientra se va corriendo al próximo cita.

Pero, 13 años después de venir a España, veo que entre mis amigos Americanos tenemos la tendencia de –a pesar de vivir en España—mantener nuestro adición al trabajo. Y eso es la gran ironía: puede ser que somos mas productivos que nuestra competencia aquí pero vivimos aquí precisamente para que vivamos mas y trabajemos menos.

En fin, lo ideal seria algo entre la cultura Española y la Americana, algo de lo que aspiro lograr. La cultura de trabajo Americano y de Silicon Valley no es una utopía y no tienen nada de romanticismo.  Mi mejor amiga es ingeniera en el grupo élite de diseño industrial de Apple y ahora mismo de baja por el estrés y las horas interminables. Otro amigo, un emprendedor conocido, también ha sufrido una enfermedad relacionado con el estrés. Eso no tiene glamour. De hecho, un tema ahora en EE.UU. es el ambiente de trabajo en que nada nunca e suficiente, hay que trabajar mas y mas para ganar menos.

Por otro lado, España ni se acerca al espíritu de emprender que tenemos en EEUU y Silicon Valley. Nadie quiere ser funcionarios porque nos gusta mas el dinero que la seguridad.  También, estamos educados desde pequeños para competir, empezando con los deportes, elecciones de los gobiernos de estudiantes, concursos de talento y para entrar asociaciones de estudiantes. Todo es una competición, incluso las notas universitarias calificados en la curva de campana. Nuestro competencia es muy distinto a la envidia que reina en España. Veo algún reto y alguien que lo ha logrado y me digo, yo lo puedo hacer mejor.  No es que deseo mala suerte a la otra persona sino creo que soy capaz de ser mejor.

También es importante reconocer que el espíritu empresarial es muy fuerte entre los inmigrantes que emprenden porque no hay otra vía. En el EEUU, especialmente en California, somos una nación de inmigrantes. Ellos también tiene un papel clave en hacer empresas que colaboran con sus países de origen. La red de inmigrantes es la misma red que nos conecta con sus países. Un informe reciente de la Fundación IDEAS, explica el impacto de inmigración en España.

Este espíritu de emprender convive con un actitud en respeto al fracaso en que vemos como una oportunidad de aprender. Un dicho que tiene mucho razón si quieres emprender o llegar a hacer cualquier cosa que merece la pena hacer es: "Si no estas fracasando, no estas esforzándote lo suficiente.” Lo tengo pegado a la pared al lado de mi mesa de trabajar. Hay que valorar y aprender del fracaso en vez de temerlo.

También, en EEUU y Silicon Valley el "networking" no es solamente bien visto sino forma parte intuitiva de nuestra manera de hacer negocios. Y no el networking en plan ayudar familia y amigos, el networking para descubrir gente nueva con talento y algo que aportar. Tanto en EEUU como aquí no se trata de que se conoce sino quien se conoce, pero allí es distinto. Los procesos de buscar nuevos empleados son abiertos a todos. De hecho, todos los trabajos buenos que tuve allí, los encontré entre los anuncios de trabajo en el Los Angeles Times. Aquí ha sido solamente a través de contactos y nunca a través de un proceso riguroso de seleccionar candidatos. (No me quejo!) Pero, veo gente en trabajos que odian, que no tienen nada que ver con sus experiencias y conocimientos. Y eso es mucho mas pronunciado en la política donde se busca gente de confianza muy encima de sus cualificaciones. Estoy convencida de que este cultura del “enchufe” y mejor dicho, el nepotismo tiene que ver con la baja productividad.

Nuestra ética de trabajo viene que los puritanos y con ellos hay que empezar si te interesa la cultura Americana. Un dicho muy conocido de esta gente extremadamente piadosa es “The devil makes work for idle hands” que se puedo traducir como “las manos ociosas son el juguete del diablo”.  Este dicho es central a la cultura Americana: el trabajo es un virtud. Da igual si somos religiosos o no, la necesidad de estar ocupados es nuestra forma de ser y incluso sospechamos la gente no ocupada. Ser vago es no tener ética.

Hay mucho que aprender entre los dos culturas, el reto es encontrar el equilibrio.