"“No golpees a los de abajo”, dice una norma habitual tanto de los cómicos como de los políticos. En el caso de los cómicos, quiere decir que el objeto de sus chistes deben ser los ricos y poderosos, no los pobres y pisoteados. Para los políticos, aunque pueden ser tan despiadados como los cómicos, el significado es ligeramente distinto: con tantas batallas que emprender, más les vale, en la mayoría de los casos, no perder tiempo ni energía en unas peleas que están, literal y figuradamente, por debajo de ellos." (leer artículo en EsGlobal)