Cuando Howard Dean fue elegido el presidente del partido en Febrero de 2005 fue un momento muy mal del partido. Acabamos de no solamente perder la Casa Blanca a un presidente poco popular, pero también perdimos 3 escaños en la camera de Representantes y 4 en el Senado. Dean se planteo hacer una evaluación de los puntos fuertes y débiles del partido y un plan estratégico para tratar con ellos, la estrategia de 50 estados:
- Reconstruir la infraestructura de partido en todos los 50 estados, empezando con 200 empleados permanentes distribuidos por todos los estados (incluso una para Democrats Abroad), activistas y voluntarios y un plan de formación de toda esta gente.
- Modernizar la forma de hacer grassroots organizing invirtiendo en tecnología que apoya las actividades de las activistas y fusionando nuevas technologies con activismo tradicional.
- Diversificar la base de donantes para incluir tanto los pequeños como los grandes.
- Amplificar el mensaje demócrata y su difusión a través de infraestructura de comunicación para dialogar con gente que no han tenido mucho trato con el partido.
- Profesionalizar el trabajo de protección de los votantes y hacerlo todo el año para asegurar que todos tiene la oportunidad de votar.
Todo este trabajo durante 2005 y 2006 tenia el efecto “bola de nieve” y resulto en una victoria enorme en Noviembre de 2006 cuando el partido volvió a tener la mayoría en el Senado y la Camera de Representantes. Cuando llego Obama como candidato del partido, ya había una maquina de lideres, activistas y donantes movilizado y preparado a colaborar con su campaña de forma integrada.
Ese trabajo que pasa entre elecciones no tiene el glamour de los momentos intensos de las campañas pero sin ello no hay estos momentos. Hace falta tiempo para construir un base de activistas bien formadas y organizadas pero merece la esfuerza porque con ellos tiene una arma formidable y sigue creciendo de forma exponencial.
Esta post forma parte de un serie sobre grassroots organizing que escribo cada martes.